bronquiolitis en bebés
¿Qué debemos saber sobre la bronquiolitis?
Una enfermedad viral
La bronquiolitis es una enfermedad causada por un virus. El virus sincicial respiratorio es el principal agente causante de esa enfermedad. La infección se produce sobre todo en invierno. Inflamará a los pequeños bronquios de tus pequeños, que posteriormente evolucionarán hacia dificultad respiratoria.
Una enfermedad contagiosa
La bronquiolitis es una enfermedad muy contagiosa. Afecta a alrededor del 35% de los bebés antes de los 2 años y medio son menores de 6 meses. A menudo, son los niños pequeños los que más a menudo se ven afectados por la bronquiolitis.
El modo de transmisión
La bronquiolitis se transmite directamente, de persona a persona (estornudos, tos, etc.) o por contacto con un objeto contaminado por el virus (juguete, chupete, peluche, etc.).
Síntomas de bronquiolitis
La bronquiolitis comienza con un resfriado que empeorará con el tiempo con signos de dificultad para respirar. Comenzará con una tos seca, después grasa que a su vez provocará importantes dificultades respiratorias. La tos puede durar hasta dos o tres semanas. El bebé tendrá dificultades para beber su leche. Cogerá fiebre e incluso estará cansado.
Tratamientos
La bronquiolitis cura en 5 a 10 días. El mejor tratamiento para estos niños es la fisioterapia respiratoria. Estas sesiones ayudarán al bebé a evacuar las secreciones bronquiales que todavía no es capaz de realizar por su cuenta.
La bronquiolitis puede tratarse en casa. No siempre es necesaria la hospitalización a menos que los signos empeoren y se parezcan a vómitos sistemáticos, diarrea, insomnio, cuando el bebé ya no puede respirar, cuando ya no duerme o ya no toma el biberón. En estos casos, es mejor llevarlo de inmediato a urgencias.
Las cosas correctas por hacer
Las recetas del médico deben ir acompañadas de algunos gestos de higiene que deben hacer los padres. Hay que ventilar regularmente la habitación del bebé y no sobrecalentarla. No fume cerca del bebé ni lo lleve a lugares con humo. La mejor posición para él es tumbado de espaldas con el soporte de una pequeña almohada bajo el colchón para inclinarlo muy ligeramente. Tienes que darle agua regularmente y revisar su dieta. Es necesario de vez en cuando controlar su temperatura y su respiración. Hay que tener cuidado en caso de que el bebé tenga diarrea. Tienes que tener a tu hijo cerca de ti hasta que se cure porque podría contagiar a los demás, si lo dejas en la guardería u otro. También debe lavarse la nariz varias veces al día con solución salina. Pero lo más importante, los padres deben mantener un estilo de vida saludable. Se deben lavar las manos antes de cuidar de su bebé. Tienen que llevar mascarilla a la hora de cuidarlo y evitar darle un beso.
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