Céntrate en la adicción a las compras
¿Cómo sabes si eres un adicto a las compras?
Si los alcohólicos niegan su adicción la mayor parte del tiempo, los compradores en serie todavía tienen algo de moderación frente a esta tendencia de compra cuando están en compañía de otras personas. Esto implica que son conscientes de su problema. Incluso quieren ocultar su discapacidad intentando justificar el motivo de los gastos. Si sientes que te estás comportando así, fíjate un poco en los otros signos que descubrirás tú mismo en esta serie.
Cuando estás triste o estresado, la primera forma de liberarte y cambiar tu estado de ánimo es el verbo «comprar». Y en caso de que las circunstancias te impidan hacerlo, vives un estado de molestia intenso. Una mayor depresión se añade a la que antes te vino.
Es como si te encontraras perdido en el desierto o te hubieras enfrentado a una condición de gran malestar. El acto de compra se pone en el mismo pie que la palabra deber y que se debe conseguir tanto como sea posible y de forma ilimitada si no te perseguiría incluso en la cama. Si estas descripciones coinciden con usted, sepa que la adicción llega a su gravedad y debe curarse.
¿Cómo salir de esa obsesión por las compras?
Lo agradable aquí es el hecho de que puedes curarte por tu cuenta. Adopta tus medios personales para deshacerte de este yugo, decídete y hazlo tú mismo como dicen.
Enumere sus compras
¡Pide a una persona muy prudente que te acompañe durante la elaboración de tu lista de compras y obligáte a seguirla al pie de la letra sin dejarte tentar por el «quiero todo»!
Intenta convencer a tu madre o tu marido para que te haga compañía durante tus encargos, de modo que te avergüences si te vayas. También podrán volver a ponerte ideas en la cabeza.
Limite su «compra»
Los escaparates son su enemigo número uno. No te lo dejes a menos que te veas obligado, sobre todo si tienes que asistir a una recepción anual de tu empresa o porque tu primo se va a casar contigo o para otras ocasiones importantes.
No utilice su tarjeta
Vuelva dinero en efectivo con un importe que no supere sus planes de compras. Cuando limitas lo que tienes en el bolsillo a la hora de comprar, los deseos locos no se satisfacen. Las tarjetas de crédito empeorarían el acto compulsivo de conseguirlo todo con una fluidez monetaria inaparente.
Cuando veas que los billetes huyen de tus manos tomarás conciencia de tu gasto extravagante.
Evite frecuentar las compras adictivas
Corre el riesgo de fracasar en sus operaciones si todavía pasa el rato con estas personas preocupadas. Estos supuestos amigos te influirían en tus decisiones de adquirir sólo las necesarias. Los podrá volver a ver cuando esté en fusión con su nueva rehabilitación.
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