Cómo elegir la cerradura adecuada

La sustitución de una cerradura implica más criterios que sólo la estética o la seguridad. En efecto, es necesario por ejemplo conocer la mano o la dirección de la cerradura en cuestión. Si esto no le habla demasiado, no se asuste, le explicaremos cómo hacerlo elige tu cerradura con prudencia según sus necesidades.

Compruebe la mano de la cerradura

En primer lugar, es fundamental saber si tu cerradura es diestra o izquierda. Para ello, póngase delante de la puerta, junto a la cerradura y abra la puerta para que pueda ver las bisagras (o bisagras). Las bisagras son los ejes de rotación fijados entre el marco de la puerta y la propia puerta. Si la cerradura se encuentra a la derecha de las bisagras de la puerta, se llama cerradura «derecha». Si, en cambio, se encuentra a la izquierda de las bisagras, lógicamente se trata de una cerradura llamada «izquierdista».

Determine la dirección de la apertura

También es muy importante saber si necesita una cerradura «empujar» o «tirar». Definir la dirección de la cerradura, es extremadamente sencillo. Si para entrar hay que empujar la puerta, es necesaria una cerradura de empuje. Por el contrario, si estira la puerta para entrar, deberá elegir una cerradura de tirada.

grosor de la puerta

La mayoría de los barriles de cerradura tienen la forma de una puerta estándar, que es de unos 40 milímetros. Asegúrese de comprobar esta información cuando compre la cerradura.

Sistemas de cierre

Hay diferentes tipos de cierre para las cerraduras de llanta:

  • cerraduras de seguridad; están especialmente diseñados para puertas a defender, tales como puertas de entrada a viviendas particulares u oficinas. Tienen de 1 a 7 puntos de bloqueo con un único pedido. Para aumentar la seguridad, puede añadir un cilindro de seguridad (1.500 combinaciones) o un cilindro de alta seguridad (hasta 2 millones de combinaciones),
  • El cerco de media vuelta; diseñado para habitaciones que no requieren una gran seguridad, como el dormitorio, esta cerradura se activa con una simple media vuelta de la llave,
  • El pico de caña; cuando no es necesario cerrar,
  • La palanca de bloqueo; esta cerradura está especialmente indicada para lavabos y baños, ya que sólo se puede cerrar por dentro. En este caso, la clave se sustituye por un simple botón o un botón giratorio,
  • El cerrojo; esta cerradura no tiene palanca, se utiliza más a menudo para garajes, bodegas o buhardilla.

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