¿Cómo hacer que tu hijo ame la escuela?
Dar ganas de ir a la escuela
Desde las clases pequeñas hasta el bachillerato o aún más, ¡qué viaje ha hecho su hijo! Es fundamental dar a la escuela toda su importancia. También es fundamental acercarse desde el ángulo del placer, entre otros, el placer de aprender, de ser y jugar con los demás, de participar… Un argumento que podrías plantear sería prever que el tuyo hijo será feliz.
Preparar la separación con los padres y presentar la escuela
Para poder entrar con éxito en la guardería para su hijo, todo comienza por el hecho de que se siente bien en el local. Después puedes ir a ver la escuela varias veces antes de empezar el curso, para que tu hijo tenga la sensación de conocer este sitio.
¿Cómo hacer que los niños les guste la guardería y evitar la ansiedad?
Esto eliminará el drama del primer día de escuela, dejando a su hijo con el menor número posible de desconocidos. Para que la separación con los padres no sea difícil, puedes regalarle un pequeño objeto para guardarlo en el bolsillo o en la mochila de la escuela, que le recordará al padre oa la madre.
Enseñar al niño a evolucionar entre otros niños
Con otros pequeños amigos, su hijo desarrollará su inteligencia emocional y relacional, a la vez que aprende a evolucionar con los demás. Además, su hijo se sentirá bien haciéndose novios en la escuela. Éste será un motivo para darle ganas de ir a su escuela todos los días.
No sustituye a la escuela
Una vez en casa, puede ayudar a su hijo trabajando juntos en los temas que se ven en la escuela. En ningún caso debe sustituirse la escuela. Al sacar una asignatura, no se asegure que el niño no tiene nada más que aprender en la escuela, al contrario.
Mi hijo es rechazado por sus compañeros
La escuela es el primer aprendizaje de las relaciones sociales y humanas. Con figura de autoridad adultospor un lado, y el otro alumnos, de un «nivel igual» por así decirlo, por otro.
Como en la vida real, puede ocurrir que un niño se encuentre a un lado por sus compañeros. En estos casos, o bien el tiempo permitirá que el niño encuentre su sitio y las relaciones se cuidarán por sí mismas, o bien, si el problema persiste, no dude en contactar con el equipo docente. Hablar con frecuencia es el primer paso, incluso con frecuencia es la solución al problema.
No presionar la escolarización del niño
Muchos son los niños y escolares inquietos por su futuro. No debería presionar al niño que puede que no pueda soportar. Por tanto, un niño que entra en la guardería no es un niño que entra en clase preparatoria. Es sólo un primer contacto para que el niño encuentre su sitio.
Además, cuando su hijo saca una mala nota, aunque tenga la tentación de reaccionar con ira, sería más prudente intentar entender por qué no funcionó. Su hijo puede haber perdido el camino o no ha trabajado lo suficiente.
¿Cómo motivar a un estudiante a trabajar?
Sin embargo, su trabajo debe vigilarse de cerca. En la medida de lo posible, una vez más, los deberes deben realizarse desde el ángulo del placer del descubrimiento. No deben inculcarse como una tarea o incluso horas extra de clase. En cualquier caso, eres el más cercano a tu hijo, y sabrás mejor que nadie cómo tratarle para guiarle por el buen camino hacia la escuela.
Hacer amar a la escuela también se hace en casa
Cuando deje que su hijo haga cosas por sí solo, como vestirse, atarse los zapatos, lavarse los dientes, se vuelve más independiente; les servirá en la universidad y más allá. Y si tiene éxito, gana confianza en sí mismo. Muy importante en la escuela.
Cuando le da una rutina a su hijo, aprende a organizarse mejor en casa y en la escuela y se siente seguro.
Cuando te implicas en la vida escolar –asistiendo a reuniones, por ejemplo–, el niño también entiende que la escuela es importante, lo que aumenta su motivación.
Tu hijo modela su comportamiento en el tuyo, frente a la escuela a la que va, claro, pero también en relación a tu trabajo. Llévelo a ganar confianza en sí mismo, a ganar autonomía, tranquilizarle, hablar con él y eso, no sólo delante de su aula. Es un trabajo constante. ¡Es tu turno!