Cómo preparar adecuadamente los mariscos
A menudo sinónimo de comida festiva, los mariscos son naturalmente muy saludables. Pocas en grasas y azúcares, están llenas de omega 3 y están hiperconcentradas en vitaminas, en particular la famosa vitamina B12 (o cobalamina) que es un factor clave para el buen funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso.
En resumen, los mariscos son todos buenos. Explicamos cómo preparar bien el marisco desde su selección hasta su cocina.
Escoger el marisco adecuado
Obviamente, es necesario garantizar la extrema frescura del marisco en el momento de la compra. De hecho, un marisco que no es fresco puede provocar una intoxicación alimenticia grave, o incluso alergias. Para las ostras, berberechos y almejas, elija sólo cáscaras bien cerradas y no acepte ninguna rota.
En el caso de los mejillones, conserva sólo los que se cierren al tocarlos. Los mejillones y berberechos se pueden conservar un máximo de 48 horas en la nevera, mientras que las ostras son más resistentes y se pueden conservar una semana en la nevera.
Limpie las cáscaras
Las cáscaras deben pasar por un desarenado profesional antes de ser cocinadas. Para escurrirlos, rellene un recipiente con agua y añada sal gruesa. Remojar los berberechos en la mezcla de agua salada durante 1 o 2 horas.
En cuanto a los mejillones, la etapa previa a la cocción es el raspado de los caparazones. Con un cuchillo, retire todos los filamentos y residuos adherentes y aclare con agua fresca. Si los mejillones permanecen abiertos o flotan en el agua de lavado, descarte.
Cómo cocinar conchas marinas
La cocción rápida a fuego alto es necesaria para los mejillones y berberechos. Para los mejillones, remover regularmente durante 2 o 3 minutos y sacar todos los mejillones que se han cerrado. En cuanto a las cáscaras, removerlas 2 o 3 veces para que las cáscaras abiertas queden encima. Come sólo éstos.
Marisco que se puede comer crudo
Las ostras se comen habitualmente crudas, con un chorro de zumo de limón o sobre una rebanada de pan con mantequilla. Tenga en cuenta que es importante abrir las ostras a última hora a fin de conservar toda su frescura y sabor.
¿Sabías que los mejillones también pueden comerse crudos? Por supuesto, es necesario limpiar sus caparazones previamente y enjuagarlos con agua fresca. Luego se pueden aliñar con un poco de zumo de limón y una mezcla de tomate y cebolla picados, por ejemplo.