¿Cómo puedo comunicarme mejor con mi adolescente?
Los patrones habituales
Los padres a menudo responden al comportamiento de sus hijos de dos formas:
Interrogatorio e invasión
Motivados por el amor, la preocupación y la pérdida de control, algunos padres espían y cuestionan a su hijo de forma bastante agresiva, y acaban interpretando guiones. ¿Es depresión? ¿Drogas? ¿Qué esconden? Cansado de ser acosado por sus padres, al adolescente le costará cada vez más abrirse y la brecha entre ellos se ampliará.
Resignación pasiva
A fuerza de ser desechados por su adolescente, algunos padres ya no tendrán el coraje de conectar con él.
Esta retirada es peligrosa, porque puede ser tomada como una indiferencia por parte del niño, lo que en última instancia puede favorecer una sensación de abandono y desencadenar en él un comportamiento autodestructivo. Como antes, esto aumentará la brecha entre padres e hijos.
Planifica momentos especiales
- Introduce la idea de pasar una hora juntos, sin teléfono ni tableta. Por ejemplo, puedes decirle que con el día a día no has podido pasar mucho tiempo juntos y que lo echas de menos. ¡Deja que tu adolescente escoja la actividad libremente, durante una hora, y prométele que no lo someterás a interrogatorio!
- ¡Sorprende a tu hijo cumpliendo tus promesas! Esté tranquilos, no intente coger las riendas y sígalo en lo que le ha propuesto.
- Estar 100% presente, sin teléfonos ni distracciones. Sé atento y disponible, con amor y sin intenciones ocultas. Quizás parece extraño al principio, pero aprende a soltarte en el presente y disfruta de ese momento especial.
- Desinterese, no intente extraer información, ni tome el control de las operaciones. Los adolescentes son especialmente sensibles. Si observan que estás intentando manipularlos, volverán a cerrarlos.
Identificar problemas
- Si no habla: comparte la ausencia de comunicación y disfruta de la paz del silencio. Participarlo en varias conversaciones, por no hablar de él en particular. Enséñale a hablar de cualquier cosa y de todo con ustedes, y dadle tiempo para abrirse a su ritmo. El humor ayuda a desentrañar muchas cosas.
- Si tiende a enfadarse: tómese el tiempo para relajarse. Tenga en cuenta todo el amor que tiene por su hijo, a pesar de su amargura. Recuerde al niño que todavía existe en él, sin cristalizar estos recuerdos.
- Si tu hijo se niega a pasar tiempo contigo: sé amoroso y amable con él, y encuentra momentos cortos durante el día para pasar tiempo juntos, siempre de forma no invasiva. Por ejemplo, pídele ayuda para hacer un pastel o llámenlo cuando se encuentre con algo divertido. Si se mantiene amoroso y paciente, su hijo cederá y aprenderá a confiar de nuevo en ustedes.
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