Cómo tomar una decisión difícil
elecciones difíciles
Las capturas de decisiones provocar estrés en nuestras vidas. Y esto tanto si se trata de relaciones laborales, familiares o románticas, o incluso escogiendo el destino de las vacaciones o un regalo para un ser querido.
La vida parece ser una sucesión de elecciones más o menos difíciles de hacer, por ejemplo la de estudios, de especialización, pero también se refiere a elecciones en la vida privada y amorosa y también a decisiones de las que puede depender la tuya vida o la de otras personas. Afortunadamente, algunos ejercicios pueden ayudarle a tomar una decisión.
Haz como si recomiendas a un amigo
Las emociones que puede provocar una decisión pueden causar estragos en tu mente e impedirte tomar una decisión clara y reflexiva. Para intentar desvincularse, actúa como si tu situación fuera la de un amigo, y que tengas que asesorarle. Ni que decir tiene que esto sólo funciona en determinadas circunstancias.
Pero esta pequeña gimnasia intelectual puede aportarte un enfoque diferente, un punto de vista exterior que te iluminará en tu decisión. Por supuesto, puedes pedirle a tus amigos y su opinión.
Limitar la información sobre la decisión a tomar y hacer listas
Se dice que cuanta más información haya sobre una decisión, más fácil será tomarla. Y sin embargo a menudo ocurre lo contrario, gracias a un truco que le gusta jugar en el cerebro. En algún momento, tendrá demasiada información en su plato y su cerebro no podrá funcionar con normalidad, ya que llena los huecos con información irrelevante. De hecho, la mente humana no puede soportar la incertidumbre.
No tomes una decisión precipitada. Para despejar las cosas en tu mente, organizate. Haga listas para evaluar los pros y los contras, pero también sus certezas. Anticipe las consecuencias de sus elecciones, pregúntese por qué dirección desea ir.
Deja que la oposición que hay en ti hable y escucha sus argumentos
Vuelve a valorar tus elecciones y lo que asumes. Escuche lo que le ha enseñado lo contrario de todas sus decisiones y compruebe si vale la pena volver a evaluar sus elecciones. Esto puede permitirle dar cuenta de que algunas de sus decisiones podrían haber sido diferentes. La idea es desafiar tus hábitos, salir de tu zona de confort y utilizar tu imaginación para probar cosas nuevas.
Para ser más concreto, si tienes una opción para elegir entre diferentes opciones, añada una opción que sería radicalmente diferente a la que está acostumbrado a seguir. Ahora imagínense haber tomado esta decisión y viviendo con ella.
A continuación, sopese los pros y los contras y probablemente tendrá información nueva que aparecerá en su razonamiento, ayudándole a tomar una decisión más segura.
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