¿Cómo tratar la apnea del sueño?
¿Se puede tratar la apnea del sueño?
Síntomas de la apnea del sueño
Este trastorno impide que el sujeto duerma bien y repercute en la calidad del sueño. Por eso, la persona puede no dormir lo suficiente o incluso no poder dormir.
Por tanto, no puede beneficiarse de nuevas energías y su cuerpo no goza de una buena recuperación. En un sujeto que sufre apnea del sueño, se puede observar una disminución del tono o reflejos lentos.
Esta enfermedad no se trata como la somnolencia o el insomnio. La apnea del sueño puede causar muchos problemas de salud si no se trata a tiempo. Esto conduce, por ejemplo, a enfermedades del corazón, obesidad, hipertensión y diabetes.
Como síntomas, la persona puede producir ronquidos fuertes, con pausas en la respiración. Tiene la garganta seca o rasguño y dolores de cabeza al despertarse. El sujeto puede experimentar somnolencia y cambios de humor en el día. También puede notar una sudoración excesiva durante la noche.
Tratamientos naturales para la apnea del sueño
Hay consejos del día a día para hacer frente al trastorno para tener un sistema respiratorio saludable. En primer lugar, se pueden realizar ejercicios físicos al menos 30 minutos al día. Para ello, no hace falta ir al gimnasio, porque andar es más que suficiente.
Entonces, también se aconseja dejar determinados medicamentos como los somníferos y los tranquilizantes. También debe detenerse el alcohol, ya que relaja los músculos de la garganta interfiriendo así con la respiración.
Se debe sugerir a la persona con este trastorno que duerma de estómago o de lado y no de espaldas. Sabiendo que cuando duermes de espaldas puede provocar que la lengua o el paladar presione la garganta y, por supuesto, se puede bloquear la respiración.
Además, es necesario evitar el consumo de cafeína y las comidas abundantes. Éstos tienen un impacto en el ritmo del sueño. Además, ésta es la razón por la que es mejor dormir una o dos horas después de cenar. También es muy importante respetar las horas de sueño. Siempre es beneficioso levantarse e acostarse a la vez para poder programar el cuerpo.
También es inteligente poner ajo en las comidas, porque este ingrediente ayuda a aliviar la dilatación de las amígdalas así como la inflamación de las vías respiratorias. El ajo también nos ayuda a inspirar y expirar de forma más natural.
Por último, la práctica del yoga es fundamental como ejercicio, porque tiene como objetivo una respiración más consciente. La práctica regular permite controlar tu respiración a la vez que asegura el paso del aire dentro y fuera del cuerpo.
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