¿Cómo vivir con un niño cleptómano?
¿Cómo actúa un ladrón infantil?
Si encuentra que su hijo está demasiado confundido y desarrolla una adicción al robo, debería examinarse si es propenso a cleptomanía o no. Éste último es un signo de trastorno psíquico –como la bipolaridad o cualquier otro trastorno psíquico– que empuja al enfermo a apropiarse de objetos que pertenecen a los demás.
El hecho es que la cosa que tomó no tiene especial importancia para él. Además, el niño no puede abstenerse del robo. Es más fuerte que él y no puede controlarse. Su apresamiento no es compulsiva. Sin embargo, quizás no se acabe nunca. Debe saber que estas acciones se manifiestan generalmente en un estado «inconsciente». El propio niño no es realmente consciente de haber recuperado el objeto en cuestión, ya menudo éste es uno de los aspectos más confusos de la enfermedad, más aún para los padres que no entienden cómo es posible robar sin siquiera saberlo. uno lo ha hecho.
¿A qué edad deberías empezar a preocuparte?
En la pubertad, además del acné a eliminar, el niño vive muchas cosas. El impulso de robar puede ir acompañado de una tendencia a la delincuencia, con un auténtico desprecio por la propiedad de los demás. El objeto robado pierde su valor simbólico y muta en su valor de mercado. Es habitual que los jóvenes adolescentes experimenten un período de pequeños robos en bandas o no. La delincuencia convertiría al cleptómano en un ladrón. Pero todos los robos cometidos en grupo no son necesariamente formas de delincuencia, es necesario observar, entender y medir el problema antes de juzgar.
¿Cómo vivir con ese brote joven que sufre la enfermedad del robo compulsivo?
Definición de cleptomanía
Si su hijo está loco por el robo, sepa que sufre desviación y que el 60% de los casos son consecuencia de un trastorno psicológico que le empuja espontáneamente a robar la propiedad de los demás. Esta inestabilidad psíquica se añadirá a la consecuencia de la cleptomanía que daría lugar a un problema familiar, escolar o incluso social. El enfermo no limita su mala actitud en su casa.
En este sentido, allá donde se presente, siempre actuará así. Tenga en cuenta, sin embargo, que estas acciones no deben aparecer como acto delictivo y no deben considerarse como tal. La tristeza, que puede combatirse bien cuando uno es adulto, y el arrepentimiento ya son un lastre que pesa sobre la conciencia del pequeño sujeto después de cada crisis.
¿Cómo ayudar a un cleptómano?
Este paso es un trabajo bastante duro. Se trataría de hacerle saber y persuadirle, de una manera estratégica, que sufre un trastorno y que su familia está dispuesta a todo para apoyarle. Explíquele sus aprehensiones –son racionales en comparación con estas muy extrañas–, ya que a largo plazo pueden surgir situaciones extremadamente graves.
Sé cariñoso y paciente con él. No olvide animar el cortejo a afirmar su firme apoyo, porque este patógeno se trata como cualquier otra adicción. No es aconsejable excluir al pequeño de su entorno para que no sea rechazado. Donde se encuentre, las personas no sabrán que están tratando con un niño pequeño que necesita desesperadamente asistencia y soporte moral.
Por sus gestos algunos le denigrarán hasta el punto de calificarle de ladrón. Como resultado, se ahogará en un círculo vicioso que perturbará su vida sin cesar. Acompáñelo, a diario, recuerde que lo que no es suyo… no es suyo, que él también tiene muchas cosas, materiales o no, en su vida.
Déle el tratamiento adecuado
La cleptomanía está en el ámbito de la psicología. La intervención de un especialista es, pues, muy esencial para que se beneficie de un tratamiento psicológico adecuado para que recupere el control de sus acciones. Por tanto, la psicoterapia le será beneficiosa.
Este acompañamiento le haría descubrir las otras dolencias que precedieron a su adicción al vuelo y las molestias que lo encadenan para desarrollar un buen remedio. A menudo es un trabajo bastante largo, pero su hijo estará mucho mejor y se encontrará liberado de una grave carga. Te estará muy agradecido.
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