Convivir con los hijos de su compañero
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por MANGO
¿Cómo llevarse bien con los hijos de su cónyuge?
En lo mejor de los mundos, ser el padrastro o la madrastra de un hijo debería estar bien. Desgraciadamente, para estos niños, puedes convertirte en un objetivo, porque conscientemente o no, podrían hacerte responsable del fracaso del matrimonio de sus padres.
permanecer en su sitio
Es obvio que para ayudarte a entender mejor las cosas debes haberte puesto en la piel del niño. El resentimiento que tenía hacia él puede haber disminuido gracias a su interrogatorio.
Sin embargo, también debe aprender a permanecer en su sitio como adulto. Así, sus responsabilidades pueden no ser criar a este niño si no lo quiere, sino proporcionarle, en todo caso, un entorno seguro donde pueda florecer lo máximo posible.
Por tanto, no le corresponde hacer amistad con él para que le aprecie más, y menos aún desafiar la autoridad de sus padres.
Dé la bienvenida al niño como parte completa de su nueva familia
Estos niños necesitan sentir que pertenecen a un círculo familiar. Aunque no estés tan cerca de este niño como te gustaría, déjate ir y toma una visión más realista de las cosas. Ahora planifica tu vida incluyendo a ese niño que no es tuyo, pero que considerarás casi como tal, ya que es tu otra mitad.
Saludad a este niño con amor y amabilidad, y no seas demasiado duro, sobre todo en lo que respecta a tus expectativas y deseos, ya sean para tus familiares o por ti mismo.
Pasa tiempo juntos
Si tienes la oportunidad, propone que el niño pase tiempo juntos, en torno a una actividad que te apasiona a ambos. Esto puede significar ir de compras, ir a la biblioteca, cocinar o hacer en el horno o hacerse voluntario en una perrera.
Depende de vosotros encontrar una actividad que pueda acercarte y hacerle pasar un buen rato juntos. Todo este tiempo pasado juntos le dejará sin arrepentimientos al final del día. Al mantenerse positivo y dar lo mejor de sí en esta relación, habrá plantado una pequeña semilla de amor en lugar de discordia.
Establecer límites
Si el niño actúa o habla mal, no lo deje pasar, y por el contrario, hable de manera constructiva. Si a pesar de esto no ves ninguna mejora, intenta cambiar tu manera de decir las cosas y reaccionar. Cuando el niño vea que no estás cayendo en la trampa de la ira, lo más probable es que cambie por sí solo.
Si, en cambio, el niño demuestra un carácter extremo (abuso, robo o adicciones), desvincule y deje que su cónyuge y progenitor del hijo tomen las medidas necesarias. Aparte de la situación, manteniéndote amoroso y sin empeorar las cosas.
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