Ideas para proteger tu jardín cuando llega el invierno

Elimina las malas hierbas con la mano

Deshierbar y eliminar las hojas muertas y el musgo del jardín permitirá que el césped respire mejor. Así, aguantará mejor el invierno. Sin embargo, estas actividades deben realizarse a mano. El uso de un aerosol químico puede contaminar el suelo y el agua mientras daña el césped y las plantas.

Para hacer el desherbado manual, recuerde quitar las plantas jóvenes antes de que tengan tiempo de invadir su jardín. También puede verter sal gruesa y vinagre en el suelo para evitar que crezcan malas hierbas.

Crea una cobertura natural

Las heladas de invierno pueden destruir las plantas de forma irreparable. Para evitarlo, considere la posibilidad de crear una valla orgánica. Lo mejor es colocar un manto de 10 cm de diámetro en la base de cada planta.

Este último se descompone con mayor o menor rapidez, lo que garantizará una protección óptima de las plantas durante largos períodos. Puede utilizar un manto hecho de corteza de pino o espinas, astillas de madera o turba.

Crea tu propio compuesto

Antes de que llegue el invierno, recuerda recoger hojas muertas, malas hierbas y todos los residuos orgánicos que tengas en casa. Podrás realizar tu propio compost que podrás utilizar una vez vuelva el buen tiempo. Pequeña nota: las cáscaras de frutas y verduras, las ortigas o incluso los poses de café y té son buenos fertilizantes.

Recicla las cenizas de tu chimenea

No guarde el exceso de cenizas en su chimenea. Y en vez de tirarlos, puedes repartirlos por tu jardín antes de que llegue el invierno. Gracias a ellos evitarás la formación de heladas en tu jardín puesto que impiden que el agua entre en contacto con el suelo helado.

Además, aumentan las propiedades absorbentes del suelo, lo que limita la formación de espuma. Tenga cuidado, sin embargo, de no verter demasiadas cenizas en el jardín. En grandes cantidades, pueden llegar a ser nocivos para el medio ambiente.

Utilice algas

Muy presentes en los salones de belleza, las algas también pueden utilizarse para vacunar tus plantas. Algunas de sus virtudes permiten preservar las plantas de distintas enfermedades. Para crear tu propia vacuna casera, recoge las algas de la playa y déjalas fermentar durante una semana.

Coloque la mezcla en un lugar aislado, porque su olor es bastante desagradable. Al cabo de una semana, basta con enterrar el producto a los pies de las plantas.

Haga su propia mezcla de Burdeos

¿Ha utilizado pesticidas durante el verano? Asegúrese de que no causen un lío utilizando la mezcla de Burdeos. Esta mezcla de cal apagada y sulfato de cobre anula los efectos negativos de los pesticidas.

Para crear su propia mezcla de Burdeos, mezcle 80 g de limón apagado y 150 g de sulfato de cobre con 5 l de agua. Cuando manipule los productos, asegúrese de cubrir bien las manos y los ojos y no utilice un recipiente de hierro. La mezcla de Burdeos sustituye eficazmente a los pesticidas y cuesta menos a la vez que se preserva el medio ambiente.

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