Kumquat: ¿cómo cultivarlo?

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¿Cuáles son las distintas variedades de kumquat?

Muchas variedades todas tan resistentes entre sí

El kumquat es un pequeño arbusto que mide hasta 4 m de altura. Fortunella japonica, fortunella hindsii y fortunella margarita son las más conocidas. Se cultivan en maceta o directamente en el suelo. Consecuentemente, es una especie que resiste muy bien al frío (soporta hasta -12°C).

Estas variedades tienen en común frutos redondos, de pulpa suave y dulce. Por otra parte, se diferencian entre sí en determinados puntos. F. hindsii, con frutos minúsculos con semillas grandes, se utiliza más bien en ornamentación. Además, los frutos ovalados con pulpa ácida de caramelo de margarita bien. Para reducir la amargura, basta con blanquearlo.

Injerto de kumquat con éxito

Injertar kumquat no es más difícil de lo que parece. Esta operación aportará un toque de resistencia a la planta y, en consecuencia, creará sujetos más tolerantes a suelos inadecuados y climas inadecuados. El injerto se tomará de un arbusto que ya da frutos.

Se preferirá el método de trasplante de ojos con cresta. Requiriendo una temperatura más o menos constante, el injerto tiene más posibilidades de reanudar los meses de mayo y junio. Es durante este período que el portainjerto está en plena savia que permitirá una alimentación suficiente a la nueva rama de la planta madre.

¿Qué tipos de cultivos y mantenimiento adoptar para el kumquat?

Cultivo en tierra o en maceta según la región

Al kumquat le gustan los climas tropicales y mediterráneos. En los países con un alto índice de insolación, se cultiva en tierra. Éste es el caso de casi todas las regiones excepto en las zonas montañosas, al cobijo de los vientos y del sol. En otras regiones, lo ideal sería ponerlo en olla.

Se puede instalar en la terraza y después invernar en una habitación luminosa a una temperatura entre 5 y 8 °C, sin superar los 18 °C. Aunque el kumquat es resistente al frío, no debe abusarse de él. Sus frutos no soportan las heladas y caen directamente después de la primera helada. En invierno debe protegerse de las agresiones del frío.

Juega entre el riego y el drenaje

Si opta por poner el kumquat en una olla, es preferible que esté perforado para una buena gestión del espacio y ventilación. El fondo estará forrado con bolas de arcilla de un grosor de 3 a 4 cm. Esta capa permitirá un mejor drenaje del agua del riego excesivo.

Antes de plantar el arbusto, cubre el suelo enriquecido. En invierno, el riego es poco frecuente, pero si la planta está en el interior, recuerde nebulizar las hojas con regularidad. Por otra parte, en verano, el jardinero debe recordar mantener una bola de raíz húmeda. Para controlar el crecimiento, el kumquat debe trasplantarse cada 3 años, en test cada vez mayores.

Es necesaria la fertilización anual con abono líquido. Por último, la primavera se reserva para la poda de la madera muerta y los brotes demasiado grandes.

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