Las claves para tener un segundo hijo aceptado por el mayor

¿Cuáles son las claves a saber para tener un segundo hijo aceptado por el mayor?

El momento del nacimiento

Tienes que explicar al mayor qué va a pasar durante el nacimiento de su hermano pequeño o de su hermana pequeña. Tienes que decirle que mamá y papá pasarán un rato en el hospital y que le cuidarán la abuela, el abuelo o la tía. También tienes que decirle cuántos días va a durar.

Qué pasará

Tienes que avisarle con antelación y explicarle que después del nacimiento, mamá y papá pueden estar un poco desbordados, pero no durará mucho y siempre estarán a su lado.

La participación

Puedes implicar al mayor en la llegada del bebé, por ejemplo preguntándole su opinión sobre el color de la habitación del bebé, la elección del edredón del bebé o la elección de su nombre.

Los pequeños regalos

Piense en hacerle pequeños regalos mientras estás en la maternidad para que sepan que estás pensando en él, aunque no estés.

Asegúrese de su sitio

El primer papel de los padres es tranquilizar a su mayor que la llegada del nuevo bebé nunca cambiará el amor que le tiene. Tienen que explicar que hay suficiente espacio y amor para dos en el corazón de los padres.

Valore su sitio

Tienes que demostrarle que tiene su sitio en la familia y que siempre estará por delante del hermano o la hermana pequeña. Por ejemplo, puedes mostrar las ventajas de ser alto dejándole jugar con adultos o con juguetes grandes o dejándole ver la televisión.

indulgencia

Los padres deben aprender a ser indulgentes con los mayores. No siempre es necesario obligarle a ser bueno porque el bebé duerme o el bebé llora.

No lo fuerce

Nunca hay que forzar al mayor a querer al pequeño. Hay que enseñarle por qué debe amarlo y respetarlo. Él desarrollará este amor por su cuenta, ya que le ayudas a conocer mejor al nuevo bebé de la familia. Tienes que dejarlo expresar si tiene rabia o celos. Es normal.

Suelta el mito de la igualdad

Los padres suelen repetir que los niños son iguales. Esto es falso, no son idénticos. Vinieron en distintos momentos de la historia de la vida de los padres. Debemos aceptar esto para ayudar al mayor a aceptar su pequeño o pequeño. Hay que tener cuidado de que esta diferencia no cambie en preferencia y no deberían hacerse nunca comparaciones.

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