Las famosas islas Marquesas de la Polinesia Francesa

Presentación de las Islas Marquesas

Las marquesas se distinguen por el aspecto de estas islas con su singular relieve, con una vegetación exuberante. Las islas siguen siendo las masas terrestres más aisladas del mundo, con sus interiores a menudo inexplorados enredados por una densa jungla que recorre los lados de afloramientos volcánicos escarpados y se hunden en profundas rendijas.

Un paisaje atípico

Las marquesas son tan salvajes e indomables como los caballos errantes por su terreno accidentado. A diferencia de las otras islas de la Polinesia Francesa, no hay lagunas ni arrecifes de coral protegidos en torno a estos paisajes. En cambio, las montañas volcánicas escarpadas se hunden directamente en el océano Pacífico, mientras que las crestas irregulares se alternan entre valles profundos y selvas prósperas. Los dedos de la naturaleza han esculpido a las islas Marquesas en siluetas puntiagudas que destacan contra el océano azul cobalto. Cataratas más altas que los rascacielos bajan por cañones verticales. El océano rompe acantilados altos. Los pináculos de basalto emergen de los bosques esmeraldas.

Una cultura rica

Otro punto fuerte, la cultura. En casi todo, desde la cocina y los bailes hasta la lengua y la artesanía, las marquesas destacan del resto de la Polinesia Francesa. Pero no se espere lagunas turquesas, complejos turísticos elegantes o vida nocturna eléctrica. Las Marquesas son un sueño de ecoturismo, no un destino vacacional en la playa.

Una estancia en las Marquesas

Un viaje a las Islas Marquesas aporta nuevas sensaciones. Cada desembarco en una de las seis islas habitadas: Nuku Hiva, Ua Pou, Hiva Oa, Fatu Hiva, Tahuata y Ua Huka prometen encuentros maravillosos.

Una isla de descubrimientos

Algunas de las excursiones y paseos a caballo más inspiradores de la Polinesia Francesa se pueden encontrar en las Marquesas, lo que permite a los caminantes y caballos explorar los interiores accidentados de las islas. El pasado es casi palpable aquí, gracias a una gran cantidad de restos arqueológicos que se remontan a la época preeuropea. Los primeros forasteros que observaron las marquesas fueron recibidos por guerreros tatuados armados con bastones de piedra, hierro forjado y hondas, en canoas. Los visitantes estaban demasiado aterrorizados para dejar sus barcos y aventurarse en el suelo.

Excursiones terrestres

Las excursiones a la isla son imprescindibles como parte del viaje e incluyen visitas a sitios ceremoniales, grandes iglesias misioneras, pueblos, mercados, museos y tikis y petroglifos históricos (tallas rupestres). También incluyen senderismo, actividades de pesca, paseos a caballo, demostraciones de artesanía tradicional y, por supuesto, visitas a restaurantes locales.

Un mar rico en biodiversidad

El mar de las Islas Marquesas acoge:

  • Atunes
  • Delfines
  • Rayos
  • ballenas

Especies impresionantes que merecen la pena una mirada.

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