Los mejores consejos para cuidar a la dracaena
¿Cómo se cultiva la dracaena en su interior?
Dracaena: una planta poco exigente
La dracaena es una planta originaria del continente asiático y parte del África tropical. Pertenece en la familia de las Agavaceae. Son menos resistentes y requieren una temperatura de unos 18 °C durante todo el año. Este requisito es el que les ha hecho más adecuados para el entorno interior de un hogar. Su tamaño se adapta muy bien a esta característica. Si en el exterior, los tallos pueden llegar a los 10 m, en el interior no superan los 3 m. Mantienen esta proporción muy modesta por su lento crecimiento. Esta especificidad de la dracaena le valió el título de la planta de interior más fácil de vivir.
Una floración rara
El cultivo de dracaena se realiza en suelo normal, sin requisitos específicos. En el exterior, esta planta necesita sol para crecer bien. En una olla, debe dejarse que esté lo mejor iluminada posible con una luz brillante. Lo que hace la mayor especificidad de la dracaena es que no florece durante sus primeros 30 años.
Pero cuando finalmente se despierta de esa latencia floral, muestra un toque impresionante de flores de color crema. Éstos pueden tomar forma de estrella o cúmulo según la especie. Y hablando de especias, la familia del árbol del dragón tiene cinco especies, tales como dracaena marginata, dracaena fragrans, dracaena draco, dracaena australis y dracaena sanderiana.
¿Cómo mantener correctamente la dracaena?
Mantener un ambiente húmedo
En mantenimiento, el primer requisito de la dracaena es la presencia de humedad. Si es necesario, nebulizar el follaje o instalar la olla en agua con bolas de arcilla. En verano, la planta debe regarse regularmente. En invierno, por el contrario, el riego debe espaciarse. Siempre es deseable algo de fertilizante para favorecer el buen desarrollo de la planta.
El período favorable para la fertilización con aporte líquido es de junio a septiembre y cada 15 días. La mayoría de las especies de dracaena tienen una raíz estrecha, pero si el pie tiende a crecer más de lo esperado, debe trasplantarse.
Lucha contra las plagas
Los pulgones, los ácaros y las escamas son los enemigos de las dracenas. Para evitarlos, limpiar bien las hojas con un antiparasitario. Por eso, no hace falta ir a los grandes almacenes para conseguirlos. El agua tibia mezclada con jabón negro irá bien. También puede utilizar un hisopo mojado con alcohol desnaturalizado o quemado. Si el daño es grave, rocíe la planta con un insecticida sistémico.
Aparte de las plagas, la podredumbre del tallo se puede producir en la dracaena. En esta situación, no existe otra solución que cortar las partes afectadas. En casos más drásticos, su planta puede ser víctima de una infección viral transmitida por un insecto chupador. Si se da este caso, no hay nada más que hacer, se debe eliminar toda la planta. Para evitar tener que proponer opciones terribles, debes cuidar de tu planta acompañando como si tuvieras cuidado de un bebé.
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