¡Los refrescos son malos para los dientes!
¿Por qué no debemos beber refresco?
Los refrescos, que a menudo vamos deseando, son, por tanto, simplemente malos, tanto para la salud como para los dientes. Es mejor adoptar unos buenos hábitos alimenticios ahora para mantener los dientes sanos y libres de caries.
¿Cuáles son los peligros de beber refresco?
Se debe evitar el consumo frecuente de refresco, ya que puede acarrear muchos peligros para la salud:
- La soda favorece la acumulación de exceso de grasa en torno a la cintura.
- Además de la diabetes tipo 2, el consumo de refrescos también puede provocar todo tipo de enfermedades como depresión, aumento de la presión arterial, etc.
- Su alto contenido en azúcar es perjudicial para el organismo. El azúcar aporta al cuerpo una gran cantidad de calorías, sin aportar nutrientes esenciales al cuerpo.
- El refresco, consumido en exceso, también aumenta el nivel de colesterol malo así como el nivel de triglicéridos.
¡Tantos problemas de salud que pueden ser causados por el consumo excesivo de esta bebida!
¿Qué ocurre con las bebidas ligeras o sin azúcar?
Los refrescos sin azúcar contienen ácidos cítricos o ácidos fosfóricos, que pueden causar daños graves en la superficie de los dientes, que van desde simples manchas hasta caries. En algunos casos, los ácidos presentes en los refrescos pueden causar problemas dentales mucho más graves. Estos problemas varían en función de la cantidad de refresco consumida así como de la frecuencia de consumo.
Estudios recientes incluso han sugerido que el consumo excesivo de refrescos podría provocar los mismos efectos sobre los dientes que tomar drogas, como el crack, la cocaína o las metanfetaminas.
¿Cómo cuidar tus dientes?
Es fundamental para mantener una buena salud bucodental. Algunos buenos hábitos ayudan a conseguirlo, tales como cepillarse los dientes tres veces al día y utilizar hilo dental. También es recomendable concertar una cita con el dentista una vez cada seis meses para comprobar el estado de tus dientes.
Hay que evitar el consumo de refrescos, que favorecen la aparición de caries por su acidez. Los zumos de frutas a base de cítricos, que también son agridulces, también deben limitarse.
Sin embargo, esto no debe impedir que bebas un gran vaso de jugo de naranja en el desayuno con el fin de aprovechar todos sus beneficios. Solo habrá que esperar una hora antes de cepillarse los dientes, ya debilitados por el ácido.
Es mejor lavarse primero los dientes con agua clara, mientras se espera que baje la acidez. Para evitar que este último atace toda la boca, se aconseja beber refrescos, zumos de frutas y otras bebidas energéticas con una pajita.
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