Los vínculos entre el jardín y la luna roja
¿Qué es la Luna Roja?
Creencias populares sobre la luna roja y jardinería
La luna roja designa la lunación que se produce después de Pascua. Como recordatorio, la lunación es el período entre dos lunas. Tiene una duración promedio de 29 días.
Pero cuando se trata de la luna roja y su influencia en la jardinería, ésta no es la luna roja en términos astronómicos. Además, la luna roja no significa por palabra que la luna que aparecerá en ese momento será de color rojo.
Cuando hablamos de jardinería, es más bien un período que el jardinero tiene miedo, porque durante este período concreto, la luz de la luna que iluminará los brotes jóvenes podría dañarlos. Según esta creencia, las hojas y los brotes también podrían volverse rojos cuando se exponen en la luna roja.
Los verdaderos efectos de la luna roja
Las creencias populares sobre la luna roja corresponden a las explicaciones tradicionales que dábamos. Pero más allá de estas creencias, todavía podemos intentar contar las cosas también científicamente.
El período de la luna roja corresponde al comienzo de la primavera. Esto significa que anunciamos días bonitos cuando hará calor con un cielo iluminado precioso. Esto significa que, en principio, el período es propicio para el desarrollo de la cultura y el voluntariado.
Sin embargo, es distinto con el clima de la noche. Las temperaturas durante las noches de primavera bajarán y podrían producir heladas que se asentarán en la plantación. En realidad, son estas heladas las que podrían quemar las plantas jóvenes.
Las fechas previstas para la luna roja
La luna roja que decíamos tiene lugar cada año el día 1er día de luna nueva posterior al domingo de Pascua. En 2018, las fechas corresponderían entre el 16 de abril y el 15 de mayo. Lo mismo ocurre con el 2019.
¿Cuáles son las posibles precauciones a tomar?
Instalar un sistema de protección
Durante la Luna Roja, los días cálidos irán seguidos de noches frescas. Por tanto, hay que pensar en poner a cubierto todas las plantas más vulnerables y cuidarlas. Se recomienda comprar un velo de protección o un velo de invierno, por ejemplo, para cubrir las plantas durante la noche. Cuando cae el día después, basta con sacarlo directamente.
Desinstale algunas plantas
Algunas plantas son mucho más frías que otras. Por tanto, es mejor que estén completamente desinstalados. Estamos hablando, por ejemplo, de tomates, geranios, fucsias o incluso pimientos.
Lo mismo ocurre con los frutales floridos, porque será complicado proteger un árbol entero. Sin embargo, si ya se han sembrado, en este caso, el velo de invierno será imprescindible.