Niño en crisis: formas de calmarlo

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¿Cómo calmar a tu hijo?

Comprender el origen de la crisis

Antes de juzgar a su hijo por sus estallidos, primero debe entender el origen de sus frustraciones. Puede que le sea difícil relacionarse con otros niños, compartir sus juguetes o puede estar molesto que le diga que no a sus caprichos. También puede sentir miedo en su interior, tanto si se trata de ir a la escuela como de hacer amigos.

Seguramente le cuesta adaptarse y no quiere ir a la escuela, de lo que comienza a llorar. Así, siguiendo estos casos, utilice el sentido común y gobierne según sus acciones. A veces incluso las crisis de un niño se deben a enfermedades, es decir, la gripe, el dolor… Entonces puede enfadarse fácilmente, enfadarse y ser muy agresivo con los demás y sobre todo con los suyos padres.

Saber tomar el control

En la mayoría de los casos, muchos padres ceden a su autoridad para agradar a sus hijos, evitar su disgusto y estropearlos. Aceptan los caprichos de sus querubines y cumplen sus deseos para que éstos no se pongan en crisis. Sin embargo, sepa que cuanto más cumples con sus expectativas, más tu hijo considera que eres débil delante de él.

Entonces se hará cargo entre ustedes y le manipulará. Por tanto, te aconsejamos que te tomes tus manos demostrando que sois sus padres y que la decisión es vuestra. Tenga el coraje de decirle no siendo firmes. Trate de corregirlo y orientarlo hacia unas buenas bases y una buena educación. Si parece que no llega a ninguna parte, dé un paso atrás y déle tiempo para calmarse.

Mantente tranquilo

Escuchar los gritos y los gritos de los niños no es agradable escuchar o experimentar, sobre todo si la acción tiene lugar en un lugar público. En cualquier caso, mantiene la calma y evita llamarle. Muestra a tu hijo que estás tranquilo, que ante sus crisis consigues tomar las cosas en la mano.

También hazle saber que no estás de acuerdo con él, que respetas tu decisión y no estás preparado para cambiar de opinión. Logrará ceder a sus caprichos una vez entienda tus expectativas.

Enséñale a gestionar su ira

Un niño, por pequeño que sea, necesita orientación con la intención de tener una buena actitud y corregirse. Así, enséñale a gestionar su ira respirando o realizando actividades, como dibujos o deportes. Para los niños pequeños, tienes la oportunidad de enseñarle a confiar en su peluche, enseñarle a comunicarse y hablar con sus padres en caso de problemas.

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