Pérgola metálica: cómo elegir entre hierro, acero o aluminio
¿Qué se debe tener en cuenta a la hora de construir una pérgola metálica?
Una opción de cobertura amplia
Mucho menos rústica que la estructura de madera, la pérgola metálica permanezca elegante. Se encuentra hoy al frente de las ventas. Las tiendas ofrecen modelos a medida o en kits preparados para ser instalados. Los kits suelen estar equipados con una cubierta hecha de hojas, tejidos o incluso cañas. Muy práctico, puede ser móvil para orientarle según los rayos del sol.
Las cubiertas hechas con paneles de policarbonato son especialmente resistentes a los rayos UV y el granizo. El de hoja proporciona sombra mientras deja pasar la brisa. El color no debe dejarse de lado ya que optimiza la luminosidad. Para evitar infiltraciones de lluvia, elija tejidos tratados con agentes impermeabilizantes.
No descuidar el anclaje y el suelo
El montaje de una pérgola metálica es fácil pero requiere un trabajo en dos. Se instala en dos días. Sin embargo, la fijación puede ser complicada y requiere métodos adecuados en función de la pared receptora.
Asimismo, el anclaje al suelo debe tener en cuenta el tipo de cubierta de la terraza. En zonas con viento, se recomienda instalar una base de hormigón. Para mayor seguridad, llama a los servicios de un profesional.
Por lo que respecta al espacio del suelo, no se corresponde necesariamente con la adherencia del techo. Algunos modelos tienen una cubierta amplia que se extiende hacia el exterior. Tienes que saber que con una instalación de más o menos 5m2, es necesario presentar una solicitud de autorización para trabajar.
¿Qué tipos de materiales elegir para tu pérgola metálica?
Hierro forjado: estructura fina
El hierro forjado es el material tradicional de construcción de una pérgola metálica. Tiene la ventaja de ofrecerle una variedad muy amplia de aspectos. Prima, pero resistente, su estructura permite una gran robustez. Sólo debes tratar el material anualmente con un anticorrosivo. Esta acción puede requerir el desmontaje temporal de algunas piezas para una mejor aplicación de la capa protectora. El hierro forjado cuesta unos 300 euros.
Acero: más económico
La estructura de acero es más barata y más fácil de montar. Compuesto por perfiles industriales estándar, el acero es más grueso que el hierro forjado y es adecuado para realizar formas sencillas. La pérgola de acero es modificable, basta con recurrir a un buen manual que domina bien la soldadura por arco.
Este material se mantiene como el hierro. En cuanto aparece un punto de corrosión, hay que pulir, engordar y volver a pintar rápidamente la zona. El precio oscila entre 300 y 900 euros.
Aluminio: muy ligero
Por lo que respecta al aluminio, es la estructura más ligera de las tres, que permite un montaje muy fácil. Sus acabados en recubrimiento en polvo con una gran variedad de colores ofrecen una estética muy moderna. A diferencia del hierro y el acero, el aluminio no se oxida, sino que se oxida. Se recomienda lavar regularmente con agua clara.
Esta anodización le confiere cierta resistencia a los UV, pero el panel de aluminio se desgasta paulatinamente en contacto con la fricción. Lo mejor es repintar todo para una mejor protección. El aluminio puede comprarse por unos 2500 euros. La elección es suya.