¿Por qué no recordamos cuándo nacimos?
¿Es posible recordar su nacimiento?
El fenómeno de la neurogénesis
Hay algo a veces “revoltante”: venimos al mundo gracias a la intrusión de manos extranjeras retirándose del lugar altruista y cálido del vientre de la madre. Es un lugar donde uno se siente seguro y más cariñoso. Y de repente, llegamos a un nuevo marco, saturado en varios aspectos.
Por tanto, sentimos una sensación de angustia y sufrimiento, a juzgar por las primeras lágrimas. Detrás del dolor, no sabemos realmente lo que sentimos, si es miedo o curiosidad. Son preguntas que permanecen sin respuesta hasta ahora, porque nadie recuerda ese momento tan importante.
La neurogénesis es un término bastante complicado que revela una percepción fascinante. Antes del nacimiento así como durante los momentos que acompañan a la llegada al mundo, el cerebro del bebé vive la fase más esencial del desarrollo de sus neuronas. Éstos se acumulan unos sobre otros con una evolución sostenida que requiere mucha energía.
Lo que todavía es sorprendente, y la pregunta vuelve a surgir, ¿por qué no podemos recordar su nacimiento? Para un recién nacido, los recuerdos no están relacionados con la disposición cognitiva de las neuronas. En efecto, los recuerdos no se guardan, porque la neurogénesis es especialmente intensa, las composiciones se agolpan y los recuerdos no se perpetúan, porque las nuevas neuronas aparecen sin cesar.
¿Podemos recordar su nacimiento?
Los recuerdos son inestables en los primeros momentos de la vida, puesto que el crecimiento está en proceso de desarrollo. La evolución no comienza a estabilizarse hasta el día 5 o 6y más. En ese momento aparecen nuevas neuronas, pero con menor intensidad. Entonces, los recuerdos también pueden persistir o estabilizarse. Más allá de los seis o siete años, el cambio se transpone y las neuronas comienzan a reducirse. De hecho, la fase de desarrollo más sostenida de un niño está entre el primer y el quinto año. Sin embargo, todavía es imposible recordar su primer día de vida.
Por mucho que miremos, no encontraremos ni un rastro de su vida uterina, ni del momento en que asomamos la cabeza por primera vez. Tampoco recordamos haber chupado las tetas de su madre. De hecho, casi toda la primera infancia parece sumergirse en un vacío abierto.
Esta falta de memoria se llama amnesia infantil. Pero esto nada tiene que ver con la insuficiencia de una parte comprometida del cerebro en la memoria, porque está específicamente presente al nacer.
En la medida en que el cerebro almacena y ordena los recuerdos con el lenguaje, es complejo recordar el propio nacimiento, porque en ese momento todavía no se tiene un lenguaje muy sólido.
Una impresión fotográfica de calidad para conservar los recuerdos de tu nacimiento
Si los momentos del nacimiento son a menudo eclipsados por el bebé en cuestión y los padres quieren inmortalizar ese momento único en toda la vida, es muy recomendable recurrir a un servicio de impresión fotográfica de gama alta. De hecho, los padres deben pensar en imprimir fotografías de calidad para que ellos y sus hijos puedan, en el futuro, revivir estos momentos excepcionales a través de imágenes perfectas. Este criterio es fundamental para que los contrastes de colores, propuestos por la foto, te recuerden recuerdos intactos.
Además, puedes seleccionar por tu cuenta el tamaño que quieres aplicar en tu foto. Tiene a su disposición un panel bastante grande, desde el más pequeño al más grande. Al igual que si quisiera retocar su foto, tiene la opción de utilizar herramientas de optimización automáticas para satisfacer las expectativas de todos los clientes. Por último, el papel Fujifilm, escogido para esta impresión, es esencial. Este último garantiza cierto valor añadido a la foto. Son posibles varios tipos de papel, como brillante y satinado.
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