Prevenir o curar la apendicitis

¿Cuáles son los principales síntomas de la apendicitis?

Caracterización de la apendicitis

El apéndice es un pequeño crecimiento en forma de gusano (apéndice vermiformis). Se encuentra en la parte inferior derecha del abdomen y está unido al intestino grueso. Tiene un papel importante en la defensa inmune al producir anticuerpos. En términos científicos, la apendicitis es causada por la obstrucción de esta parte anatómica por heces o mucosidades.

Un engrosamiento del tejido linfoide también puede ser la causa. En los casos más graves, la apendicitis puede provenir de una protuberancia tumoral que obstruye la base del apéndice. Las células de este pequeño órgano se vuelven necróticas. Las personas de entre 10 y 30 años son las más vulnerables y son en su mayoría hombres.

¿Cuándo alarmarse y consultar a su médico?

La apendicitis puede manifestarse de diferentes maneras según la persona. La aparición de dolor agudo en la parte inferior del abdomen indica un riesgo de ataque de apendicitis. El dolor aumenta, pues, paulatinamente hacia la parte inferior del abdomen. Esta progresión puede durar entre 6 y 12 horas. Esta sensación va acompañada, en la mayoría de los casos, de hinchazón, diarrea, pérdida de apetito o fiebre.

Si el sufrimiento va acompañado de fiebre o vómitos, es necesario acudir inmediatamente a urgencias. En algunas situaciones, el dolor puede disminuir por un tiempo. No debemos bajar la guardia, porque si posteriormente la barriga se vuelve hinchada y rígida, es una situación extremadamente urgente. Esto significa que el apéndice se ha roto.

¿Cuál es el enfoque médico para tratar un síntoma de apendicitis?

Tratamientos farmacológicos para la apendicitis

A menudo es difícil realizar un diagnóstico preciso de la apendicitis. Como prueba, algunos estudios afirmaron que entre un 15 y un 20% de los casos, el apéndice que se eliminó era normal. Esta dificultad diagnóstica hace que los errores sean inevitables. Sin embargo, no es necesario preocuparse por las víctimas de un diagnóstico errónea, ya que la extirpación de este órgano no provoca efectos secundarios graves.

Sea como fuere, un ataque de apendicitis siempre lleva a cirugía. El abordaje quirúrgico consiste en pequeñas incisiones cerca de la fosa ilíaca. Con el avance de la tecnología, existen enfoques más modernos para tratar estos casos.

La laparoscopia, por ejemplo, utiliza una pequeña cámara insertada a través de una de las incisiones. Dependiendo de la gravedad del caso, el paciente puede volver a ponerse de pie en cuestión de tiempo o más.

Consejo experto

Para preparar a los pacientes para afrontar este caso, un profesional de la salud ha emitido algunos consejos sobre esta enfermedad. Según este experto, la apendicitis puede aparecer a cualquier edad, aunque son las personas entre 10 y 30 años las más susceptibles. Por lo general, la recuperación después de la cirugía se hace en poco tiempo. Sin embargo, esto no reduce a cero el riesgo de complicaciones.

Los problemas surgen sobre todo después de un retraso en el diagnóstico. No debe excluirse la mortalidad, porque combinada con otros problemas de salud, la apendicitis puede empeorar. Una infección puede aparecer después del tratamiento del sitio quirúrgico, por tanto, la intervención no está exenta de riesgo. Lo más importante es realizar un diagnóstico precoz para evitar complicaciones.

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