¿Qué hacer en caso de laringitis aguda o crónica?
¿Cuáles son las causas de la laringitis?
De la laringitis aguda a la laringitis crónica en adultos
Como su nombre indica, la laringitis es una inflamación de la laringe. Afecta a las cuerdas vocales. Existen dos tipos según si la enfermedad es aguda o crónica. El origen del primer tipo es infeccioso o traumático.
Las bacterias asociadas a factores de riesgo (tabaco, frío, polvo) provocan infección. En cuanto al segundo tipo, el exceso de trabajo de la voz provoca un hematoma a nivel laríngeo. Es la consecuencia de un grito fuerte o un accidente.
La exposición prolongada a estos factores conduce a una forma crónica. Las causas son diversas. La inhalación de humos tóxicos o irritantes, el reflujo gastroesofágico, el consumo excesivo de alcohol y las lesiones precancerosas están al frente de la lista.
Laringitis: una emergencia respiratoria en niños
En los más jóvenes, la laringitis se manifiesta principalmente por problemas respiratorios. Por un lado, puede deberse al ataque de un virus oa la contaminación por una bacteria del tipo haemophyllus influenzae. También hay que temer a los virus que causan otras enfermedades como el sarampión.
Por otra parte, el espasmo laríngeo es un factor importante. Se debe vigilar de cerca la tos o los sollozos repetidos. Muy impactante, este aspecto de la infección puede provocar la pérdida de conciencia.
En menores de 5 años no hablamos de laringitis, sino de «falso crup». Por tanto, cualquier forma de dificultad respiratoria debe ser tratada con el máximo cuidado.
¿Cómo reconocer y tratar la laringitis?
Síntomas fáciles de detectar
Las dificultades respiratorias evidentes reflejan a veces infecciones de las cuerdas vocales. Si hay una ralentización de la respiración o un sonido ronquido en el momento del paso del aire, es necesario preocuparse.
Por lo general, las personas con esta enfermedad experimentan un obstáculo en la inspiración. Las partes blandas del tórax se vuelven vacías y bloquean la entrada de aire.
Tenga cuidado de no confundirlo con asma, porque la dificultad para exhalar es un signo de esta afección más que de laringitis. Para evitar agravar su caso, es necesario conocer los factores de riesgo. Por lo general, el alcohol, los resfriados, la diabetes y las sustancias irritantes complican la enfermedad.
Buenas prácticas para prevenir o curar
La mejor forma de prevenir la laringitis es evitar forzar demasiado la voz. También debe vigilar los factores de riesgo. Una buena higiene es esencial si se desea limitar la contaminación por productos tóxicos.
El tratamiento de las enfermedades subyacentes (sarampión, varicela, etc.) es fundamental para evitar que se conviertan en laringitis. Si el cariño se debe al abuso de la voz, basta con un descanso para difuminar las infecciones.
En casa, lo mejor es equiparse con un humidificador de aire y beber mucha agua. Si estas medidas no son suficientes, consulte inmediatamente al médico. Proporcionará al paciente antibióticos o corticoides antiinflamatorios. Si las infecciones todavía persisten, probablemente se considerará la cirugía (traqueotomía).
Sobre todo, pida consejo a quienes le rodean antes de tomar medicamentos.
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