¿Qué ocurre si cambias de lavabo?
Así que haga que este pequeño espacio sea acogedor y práctico, escogiendo el cuenco ideal!
Haz un inventario de las limitaciones
Si desea mejorar su inodoro instalando un cuenco nuevo, comience mirando la instalación existente.
Y hazte 3 preguntas clave:
- ¿Vas de pie o inodoro colgado en la pared? Si los lavabos planteados son más clásicos, los lavabos suspendidos tienen muchas ventajas. Pegados a la pared, sin «pie», simplifican la limpieza del suelo. También son más estéticos, y más compactos puesto que la cisterna de la cisterna y el mecanismo están empotrados en la pared. Pero atención, si el cambio de un inodoro independiente puede ser hecho por un manual experimentado, sustituirlo por un inodoro de pared requiere un trabajo a cargo de un profesional: ¡haz un presupuesto antes de tomar cualquier decisión!
- ¿Descarga horizontal o vertical? El desagüe se puede colocar horizontalmente (en la pared) o vertical (en el suelo). Para sustituir un inodoro, elija un modelo compatible con la evacuación del sitio!
- ¿Qué espacio está disponible? Si sustituye un inodoro existente, la pregunta no surge. Pero si desea crear un nuevo inodoro, asegúrese de que puede dejar suficiente espacio alrededor de la taza: al menos 20 cm a cada lado, y de 40 a 60 por delante de la taza. ¡Todavía más si necesita ofrecer espacio para abrir y cerrar una puerta!
Opciones «prácticas» y opciones estéticas
Hay una gran selección de aseos., de pie o colgados. Pero antes de mirar sus líneas, haga una primera selección a partir de criterios prácticos.
- La altura estándar del inodoro es de 40-45 cm para el asiento. Pero hay cuencos elevados, más accesibles para personas mayores o discapacidades.
- ¡Prefiere un lavado de doble control, liberando una pequeña cantidad de agua o una mayor, según sus necesidades! Ahorrarás mucha agua: es bueno para tu cartera y el medio ambiente.
- Echa un vistazo a las nuevas tazas de inodoro «sin borde», es decir, sin borde interior. Por tanto, son más fáciles de mantener e igual de seguros.
Finalmente puedes elegir con criterios más subjetivos: ¡en definitiva, un cuenco que te guste! Algunos lavabos son más bien compactos, otros angulares, otros curvas… Es cuestión de gustos.
Por supuesto, recuerde combinarlo con el lavabo y la ducha o bañera, si está instalado en el baño. Por otra parte, siempre es mejor optar por un cuenco blanco, y no por un modelo de colores o decorado. Una opción excéntrica o inusual podría desanimar a un comprador potencial si estás revendiendo tu casa, o incluso tus visitantes… Para personalizar tu «raconet», ¡apuesta por los accesorios!
Aporta tu toque personal
Una vez elegida la cuenca, recuerde hacer el lugar acogedor y cómodo.
- Para amenizar el sobrio cuenco blanco, no dude en mostrar sus gustos a través del asiento: en madera o resina de colores, discretos o decididamente llamativos, todo está permitido.
- Piense en el dispensador de papel, el cepillo de limpieza (imprescindible, incluso con un inodoro sin borde), que coincida con el asiento… o no.
- Si tiene espacio para un lavabo, combínalo con el cuenco. Lo ideal es elegir a ambos…
- Si hay espacio suficiente, añada un pequeño armario para almacenar papel y productos de limpieza.
Por último, instale una iluminación estética y agradable… ¡pero también efectiva si, como la mitad de los franceses, lea en el lavabo!