Razones para dejar de fumar
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Los compuestos peligrosos del tabaco
Muchos productos químicos peligrosos se encuentran de forma natural o han sido añadidos por las empresas a los cigarrillos y al tabaco, tales como alquitrán, mercurio, arsénico, acetona o ácido cianhídrico.
Por lo que respecta al humo del tabaco, es una mezcla de productos tóxicos. Consta de dos fases con una fase gaseosa y una segunda fase formada por partículas muy finas que se introducen en los alvéolos pulmonares y por toda la circulación del organismo. Además, el humo del tabaco contiene cuatro tipos de sustancias muy nocivas. En primer lugar, se encuentra la nicotina, un 80% de la cual es retenida directamente por la persona que inhala el humo.
El monóxido de carbono también es un componente muy difusible del humo del tabaco como la nicotina y ocurre en la sangre. Luego, los irritantes bronquiales que son peligrosos para el sistema respiratorio. Por último, los carburos policíclicos que son auténticos factores de cancerización de diversas partes de nuestro cuerpo.
Los riesgos de los cigarrillos y del tabaquismo
Como se ha mencionado anteriormente, fumar provoca muchas enfermedades mortales. Un fumador puede, por ejemplo, sufrir una enfermedad cardiovascular o una ECV y puede ser víctima de un ataque al corazón o de un accidente cerebrovascular que conduzca a una parálisis.
El peligro es aún mayor para una persona que fuma y ya sufre hipertensión o colesterol alto. Aparte del mal aliento y los dientes amarillos, el tabaquismo también provoca varios problemas bucales y dentales tales como enfermedades de las encías, dientes sueltos, dientes secos o cáncer de lengua o garganta.
Hablando de cáncer, ésta es una de las consecuencias más graves del tabaquismo, y sobre todo cuando se trata del cáncer de pulmón.
Los peligros del humo del cigarrillo para los que le rodean
Tanto si fuma un cigarrillo, una pipa o un cigarro con gusto artificial, sepa que sea cual sea el modo de consumo de tabaco que utilice el fumador, es perjudicial para las personas que respiran el humo. El humo exhalado por el fumador crea una corriente secundaria que se propaga al aire circundante.
De hecho, las personas cercanas al fumador inhalan el humo del cigarrillo a pesar de ellos, lo que provoca dificultades respiratorias, sobre todo a los niños. Esto provoca infecciones repetidas del oído, tos rebelde, bronquitis o incluso laringitis.
Además, el humo del cigarrillo es muy peligroso para las futuras madres y están expuestas a riesgos de embarazo ectópico, retraso del crecimiento fetal, parto prematuro o incluso aborto involuntario.
Además, los hombres que fuman mucho pueden sufrir impotencia o disfunción eréctil.