Todo sobre oxígeno
¿Por qué respiramos oxígeno?
El origen del oxígeno que respiramos
La atmósfera está formada por varios elementos, que son el nitrógeno (N), el oxígeno (O) y otros gases. Cuando se formó la Tierra, los científicos dicen que había muy poco oxígeno en la atmósfera. Sólo dióxido de carbono (CO2), hidrógeno (H), metano (CH4) y amoníaco (NH3).
El oxígeno que respiramos proviene de la fotosíntesis. Tenga en cuenta que la producción de oxígeno no es necesariamente la misma para todos los árboles. El árbol produce oxígeno y glucosa para crecer.
Por eso los bosques producen más oxígeno. Un árbol en crecimiento produce mayor oxígeno. Las distintas especies vegetales también producen oxígeno. Pero su producción es inferior a la de un árbol.
La cantidad y la calidad del oxígeno depende esencialmente de la materia orgánica que nutre a los árboles. Cuanto más rico en humus sea el suelo, mejor será la calidad del aire que respire. Por eso favorecemos los paseos cortos por los bosques para respirar aire puro y saludable.
Los efectos perversos de la falta de oxígeno
La respiración de oxígeno es innata a los humanos. Ella es vital. Por tanto, la falta de oxígeno puede crear graves problemas para nuestro bienestar. Los médicos confirmaron que el oxígeno es una fuente de bienestar.
Obtenemos energía del oxígeno que respiramos. Por tanto, la contaminación del aire es uno de los factores que provoca el déficit de oxígeno en nuestro cuerpo. La falta de oxígeno se manifiesta con fatiga corporal, estrés, dolores de cabeza y sobre todo falta de concentración.
El oxígeno que respiramos tiene un impacto real en nuestra salud. Debe saber que es transportada por la hemoglobina en la sangre. El requerimiento de oxígeno de todas las células del cuerpo no es el mismo. Las células del sistema nervioso necesitan 20 veces más oxígeno que las células musculares. Cuando haces ejercicio, la necesidad de oxígeno aumenta. En esto, nuestro cuerpo necesita 20 veces más energía.
Respirar oxígeno puro es mortal
La sangre de nuestro cuerpo tiene la capacidad de captar oxígeno. Respirar más aire rico en oxígeno interrumpirá el flujo sanguíneo en los pulmones. Esto es lo que los profesionales de la salud llaman hiperoxia. Este término hace referencia a un excesivo suministro de oxígeno. Los principales efectos de la hiperoxia son el efecto Lorrain Smith y el efecto Paul Bert.
El efecto Lorrain Smith se manifiesta por la inflamación de los alvéolos pulmonares. Esto puede provocar edema pulmonar agudo. Los síntomas de ese efecto son evidentes. Puede presentarse con una tos dolorosa, una cara pálida y dificultad para respirar.
El efecto Paul Bert se produce a través del altercado de las células nerviosas. Según la gravedad de la alteración puede provocar un accidente neurotóxico. Se manifiesta por alteraciones visuales, taquicardia, ansiedad, náuseas o pérdida de la agudeza visual.