Trabajar la autoconfianza
Muchas personas no tienen confianza en sí mismas ya veces les cuesta esconderla. La falta de autoconfianza puede traicionar un estado de ansiedad cuando la persona duda de sus capacidades. Esta actitud puede ser dañina durante una entrevista de trabajo, una negociación o una simple conversación con los demás. aquí es cómo trabajar la autoconfianza y mejorar sus relaciones con los demás a diario.
Para concentrarse
Si usted es propenso a la ansiedad, aprenda a centrarse en el presente. De hecho, estarás mucho más sereno si te concentras sólo en la labor del momento sin pensar en el antes y el después.
Rápidamente encontrará que centrarse en el momento tratando sólo algo a la vez te hará menos ansioso y más productivo.
La importancia del contacto visual con los demás
Una persona insegura tendrá dificultades para imponer sus ideas a otros. Su actitud debe ser firme y convincente sin ser brusca. Por eso le recomendamos que mantenga el contacto visual con su interlocutor.
Tal vez no sea fácil mirar a una persona directamente a los ojos, pero al menos asegúrese de mirarla. Mirar a tu interlocutor es darle importancia y eso potencia el contenido de tu discurso para que no dudes de lo que estás diciendo.
Gestionar la respiración cuando estás nervioso
Si una noticia te ha enfadado y te has enfadado, evita girarte y hablar a cualquier precio, puedes arrepentirte. Cuando sientas que tus nervios están listos, aíslate y haz tres respiraciones profundas, inspirando por la nariz para llenar el estómago de aire y expirando por la boca, vaciando todo el aire acumulado.
Realiza este ejercicio visualizando el paso del aire por tu cuerpo. También puede imaginar las buenas vibraciones que le entran en la inspiración y las cosas que le preocupan se evaporan a la exhalación. Quizás parece poco, pero este ejercicio de autopersuasión te hará más estable emocionalmente cuando tengas que afrontar situaciones estresantes que pueden hacerte perder el rumbo.
Alimenta a tu orgullo a través del reto
Para mejorar tu autoconfianza, desafíate a ti mismo. Asuma regularmente pequeños retos que le harán sentir orgulloso de usted mismo. Si eres muy tímido, por ejemplo, ponte a prueba desafiándote a saludar a un desconocido en la calle, después pedirle información y, finalmente, iniciar una conversación.
Practica este reto hasta que ya no te sientas avergonzado de hacerlo. De hecho, si consigues convencer a un desconocido para que charle contigo, no tendrá ningún problema en hablar con una persona conocida para tratar un tema espinoso, como pedir un aumento en su cabeza.