Vivir mejor con ilusiones de grandeza

¿Cómo se comporta un enfermo de megalomanía?

Todo es excesivo en esa persona que sufre psicosis delirantes crónicas llamadas comúnmente delirios de grandeza. Desarrolla una ambición exagerada a partir de una ilusión por estar en una enorme posición de inteligencia y poder. Tiene una convicción inquebrantable de que lo sabe todo y hace creer a los demás que se frota con una gran personalidad como las estrellas o por qué no el propio presidente. Las divagaciones de la grandiosidad conducen a una sobreestimación excesiva e incluso ciertos individuos se imaginan como un dios con una autoridad incomparable y que los demás deben encontrar en él un mesías. Mirad lo escandalizadas que son estas creencias. Esto se debe a que la locura titánica es generalmente un malestar psicológico y emocional. El 59% de los bipolares y el 21% de los sujetos con depresión severa sufren estas crisis megalómanas.

¿Qué hacer para experimentar mejor los delirios de grandeza?

Es importante recordarle que se trata de una condición y que, como todos los demás problemas de salud, hay que tener cuidado. Si uno de tus seres queridos se ve afectado por este trastorno habitualmente derivado de una carencia emocional, aquí te explicamos cómo mejorar su día a día.

Un tratamiento de ataque

Todo depende de la gravedad del estado del paciente. En el momento en que comienza a tener alucinaciones graves, esto marca una gran intensidad de desconcierto. Incluso puede llegar a ser antisocial y peligroso para quienes le rodean. Una decisión sabia es hospitalizarle para una mejor estabilización. El daño pasará por efecto de los antidepresivos y del litio.

Asistir a sesiones de psicoterapia

Para una reinserción del megalómano en la vida cotidiana, es necesario que se someta a un tratamiento psicoterapéutico. Se propone una terapia familiar para que cada miembro de la familia sea informado de cómo debe afrontar los delirios de grandeza de aquel que todavía debe considerar como su hermana, su hermano o uno de sus dos padres.

Alejar la depresión

Normalmente, animar al afectado a realizar ejercicios. Las actividades físicas que generan beneficios cerebrales serían las más adecuadas. Se sabe que andar te hace feliz, sobre todo cuando lo haces al aire libre y disfrutas de la vitamina D que aporta el sol.

Habla y mantiene abierto

Un individuo impulsado por esa pérdida del sentido de la realidad necesita hablar y ser escuchado. Aprovecha esta situación para llevarlo poco a poco a la realidad sin tomarlo demasiado. La mayoría de veces todavía le es posible reanudar su actividad profesional habitual. No le aísles y comuniques con él lo máximo posible y, sobre todo, intenta conocer sus preocupaciones para que ninguna otra depresión grave le lleve a nuevas divagaciones en el futuro.

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